"Mama, te presento a mi pareja que vendrá a la cena. Me ha costado 50 dólares". Dentro de unos días se vivirá una escena parecida en alguna casa en China cuando se celebra la llegada del año nuevo chino. Muchos solteros deciden alquilar una pareja para acudir a la cita familiar más importante en el país y para no 'aguantar' ser el único soltero, que mejor idea que una novia de alquiler.
"Soy muy mayor, tengo treinta años pero aún sigo soltera", explica Ding Na, entrevistada por la BBC. La paranoia en torno a estar soltero no queda aquí. "Vivo bajo una fuerte presión. Mis hermanas y mis allegadas me preguntan por qué no estoy casada. Cuando me llaman, me aterra cogerles el teléfono", comenta la mujer que representa la situación que viven muchos solteros en China.
Fotograma de la serie de televisión Renting a Girlfriend for Home Reunion. Vía: kulturologia.ru
En las próximas semanas el régimen comunista chino va a vivir uno de sus momentos más importantes, cuando los ricos son más ricos y los pobres van de mal en peor. El actual presidente Hu Jintao le cederá el poder a su sucesor Xi Jinping dentro del 18º congreso del partido. Este cambio de roles ha estado lleno de polémica especialmente con el caso de Bo Xilai, aspirante a dirigir el partido y con mucha fuerza entre el ala más revolucionaria. Este dirigente fue apartado de la carrera política por supuestos sobornos y por su implicación junto a su mujer en la muerte de un empresario británico.
Los cambios se producen en un momento en el que país ha dado un frenazo en su crecimiento. El segundo trimestre lo cerró con un aumento de su PIB de un 7,6%, el peor en tres años. El argumento económico es el que se silencie la falta de derechos de los ciudadanos dentro del país. Al mismo tiempo que las finanzas de China aumentan, las diferencias entre su población crecen.
El documental para este fin de semana se emitió un año antes de los Juegos Olímpicos de 2008 donde China se iba a exponer al mundo. Trata de las diferencias económicas que ya se empezaban a palpar en el país:
La relación entre el gobierno tayiko y esta región nunca ha sido buena. El ataque de julio se encuadra dentro de la estrategia del primer ministro Akil Akilov por intentar mantener la cohesión dentro del país. Y como en muchas ocasiones, la única solución que ha encontrado es asesinar a personas. Desde la independencia de la antigua Unión Soviética, la región montañosa Badakhshan (conocido popularmente como Pamir) no se ha sentido parte de Tayikistán y ha estado aislada del resto.
Esta remota y pobre zona acogió a numerosos islamistas durante la guerra civil de finales de los años noventa. Al terminar los enfrentamientos se ha convertido en la entrada de la droga desde Afganistán y la mejor opción de ganar dinero para su población. Según denuncia el gobierno tayiko, los rebeldes están implicados en este tráfico como fuente de financiación de sus acciones.
Sin embargo el problema con la droga no es algo sólo de Pamir. Numerosos observadores internacionales han denunciado que este problema está extendido por todo el país y sin el apoyo de altos cargos del gobierno no tendría tanta importancia.
La 'mano' de China o Rusia ya le ha dado una palmadita en la espalda al gobierno tayiko después de estos actos. El ataque del pasado verano encaja como una demostración de poder por parte del régimen de cara a la segunda exposición China-Eurasia que se celebró el pasado mes de septiembre. Todo ello sin pensar en que por delante se llevaría la vida de muchas personas.
Hace unas semanas Japón anunció la compra de unas islas -Diaoyu en chino y Senkaku en japonés- que también reclama su vecino chino. Desde entonces los rifirrafes entre ambos países no han parado por la importancia que tiene la zona por sus reservas de gas natural: quema de banderas, ataque a fábricas... Sin embargo entre el mar de enfrentamientos se ha quedado una pregunta en el aire: ¿Hasta ahora quién era el propietario?
La familia Kurihara compró cuatro de las ocho islas inhabitadas en 1972 a otros propietarios japoneses que desde el siglo diecinueve habían poseído las islas. Desde su adquisición han mantenido las islas tal y como estaban preservando sus valores naturales. No por otra razón sino porque no han encontrado un proyecto viable. Los Kurihara son más conocidos en Japón por tener una empresa relacionada con las ceremonias de bodas.
"No es la idea de nuestra familia cambiar de repente la negociación. Hemos abierto este proceso porque ha surgido el interés", comentó en una rueda de prensa Hiroyuki Kuirihara uno de los tres hermanos que encabezan la familia. Durante las negociaciones con la región de Shintaro, que era la encargada de encabezar la delegación japonesa se mantuvo todos los pormenores en secreto. Al final Japón se comprometió a pagarle a la familia unos 22 millones de euros.
Con este gesto el país nipón rescata el conflicto latente que mantiene con China, que también reclama la soberanía sobre las Islas con unos siete kilómetros cuadrados de superficie. En 1895 Japón incluyó estas islas dentro de su territorio en la preceptura de Okinawa. Por su parte el gobierno chino dice que este territorio le pertenece desde hace siglos y que durante muchos años estuvo administrado por Taiwan, que también reclama parte de soberanía.
El momento más tenso por estos archipiélagos se produjo en el año 2010 cuando dos patrulleras japonesas apresaron a varios pesqueros chinos que estaban faenando en la zona. Dicho gesto creó más fricción entre ambos países, incluso se tuvieron que anular visitas programadas de ciudadanos nipones al país vecino.