En 1550, Pedro de Valdivia, un soldado español formado en la guerra de Flandes e Italia, comienza un viaje por el sur de sudamérica. En este periplo se enfreta a los indígenas de la zona y funda muchas ciudades. Sin embargo, en Tucapel (lo que es ahora chile) encontrará un final poco esperado: al enfrentarse con unos indigenas locales, lo matan y le cortan la cabeza, que la exhiben por todo el pueblo.
Estos indígenas tan aguerridos fueron los mapuches, que en los últimos años han vuelto a salir a la primera línea de la política chilena por organizar revueltas violentas contra la ocupación chilena y por supuestas conexiones con la banda terrorista ETA y los guerrilleros de las FAR.
Los mapuches (personas de la tierra) son una población indígena que se encontraba en el centro de argentina y el sur de Chile cuando ambos países decidieron conquistar sus tierras. Tras estas invasiones, los gobiernos de estos dos estados decidieron crear "reservas" en las que los mapuches conservaran sus tradiciones y estilos de vida. En el censo de población de Chile elaborado en 2002 se contaron 604.349 mapuche, es decir, casi el 4% de la población chilena
Sin embargo, diferentes altercados entre jóvenes indígenas y la gendarmería chilena ha renacido un conflicto supuestamente dormido. El pasado 12 de agosto un grupo de jóvenes mapuches se congregaron en una plaza en Santiago de Chile para reivindicar las tierras robadas por el gobierno chileno. Los agentes de policía comenzaron a disparar a los asistentes que portaban palos. Como consecuencia de los altercados murió un manifestante a manos de un policía que alegó "defensa propia".
A partir de estas reivindicaciones ha salido a la luz que muchos de estos jóvenes están siendo adiestrados por las Far, que ha "cogido" la bandera de las exigencias de los mapuches como si fuera la suya. Además, también se ha descubierto que el grupo terrorista ETA ha estado ayudando a los más extremistas indígenas en organizar las cargas contra la policía.
El problema de las fronteras y de las tierras está presente en muchas partes de los actuales estados, sin embargo, en ello también hay un matiz de inoperancia de los gobiernos que no realizan políticas de cohesión con las poblaciones locales para así aumentar la identidad como estado. Cuando se mezcla raíces ancestrales y falta de cultura, el resultado son muchos de estos radicales, que no representan a unos indígenas olvidados por los estados chilenos y argentinos.
Fuente de la fotografía: http://conocechile.wordpress.com/
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