Pero la crisis económica se ha llevado por delante todo esto. Los gobiernos ya no piensan en que la actividad del ser humano está provocando cambios en el clima. Ahora están más preocupados por la prima de riesgo o si consiguen reducir la tasa de paro, aunque sigamos siendo igual de nocivos para el planeta que el tabaco en nuestros pulmones. Durante los últimos años en la Unión Europea se ha reducido las emisiones de gases invernadero tan solo un 2,5%.
Fuente fotografía: www.rinconesdelatlantico.com
Lo que si sigue igual es la actitud con los tratados internacionales sobre el cambio climático. Las grandes potencias hacen como que se preocupan por los gases de efecto invernadero. Intentan aleccionar a las economías emergentes. "Vosotros contaminasteis para ser grandes y ahora nos toca a nosotros". Eso deberían pensar dirigentes chinos o indios cuando escuchan a ingleses o franceses pidiendo una conciencia mucho más verde. Hace unos días en Bonn (Alemania), un grupo de estados se comprometieron a tener un nuevo tratado para 2012.
"Entre unos y otros, al final la casa sin barrer". Y los datos hablan de que el cambio climático y la crisis económica son un cóctel fatal. La Fundación Dara ha seleccionado 34 indicadores que van desde inundaciones hasta los cambios en la bolsa y ha medido los efectos que tendrían en dólares o en vidas humanas afectadas. La conclusión es que se verán afectadas 817.000 personas y se reducirá un 3% del PIB mundial por las variaciones del clima o los efectos de la explotación industrial, entre otros.
Las consecuencias de nuestros actos en las especies marinas no se han detenido, a pesar de que ahora ya no ocupen los titulares de los medios de comunicación. Otro estudio de Oceana incide en que el calentamiento global está mermando la pesca de la que viven muchas personas para alimentarse.
Seguramente Al Gore desde su asiento del consejo de administración de Apple conoce la mayoría de estos datos e incluso los porcentajes de contaminación de su firma en países como China. Para refrescarle la memoria, sacamos del baúl de los recuerdos su documental. Espero que lo disfrute mister Gore:
