A cambio de seis millones de euros al año el país más grande del Cáucaso pone su nombre en la camiseta de los rojiblancos. Sin embargo, poco sabemos de éste país y menos de cómo viven sus ciudadanos. Como diría un amigo: "¿Eso le interesa a la gente qué lo único que quiere es que su equipo gane?" Para los que si se preocupan por conocer más allá de lo que pasa en su barrio va dedicado el post.
En la historia actual de ésta exrepública soviética tenemos un protagonista principal: Ilham Aliyev. Desde 2003 es el presidente del país después de ganar unas elecciones en las que tanto la oposición como los observadores internacionales las tildaron de fraude electoral y de intimidación para que los ciudadanos dieran su respaldo al exjefe de la principal empresa de gas del país.
Con su llegada al poder la opresión a todas las ideas contrarias a su mandato han sido cortadas de raíz con mano dura y sin remordimientos. Tras la presión del Consejo Europeo, Aliyev decidió liberar a muchos miembros de la oposición que llevaban en la cárcel desde que fuera elegido presidente del país.
Por acciones como ésta ha entrado en la amplia lista de los dictadores olvidados por las grandes potencias. Para muchos analistas es uno de los países más corruptos del mundo, según un informe que elaboró Transparencia Internacional. La razón de ocupar éste cargo es la fortuna que está amasando su familia a partir de todos los negocios montados en torno al gobierno. Por ejemplo, tan solo sus dos hijas reunen un patrimonio superior a los 50 millones de dólares.
Su mano se ha ido extendiendo por todo el país hasta el punto de volver a ganar las elecciones en 2008 sin que la oposición acudiera, ya que habían boicoteado los comicios por no ser limpios. Además reformó la constitución para controlar más los medios de comunicación y limitar la libertad de expresión. La tensión en 2011 llegó a su máximo nivel cuando la policía reprimió con dureza una manifestación contra Aliyev.
El presidente tiene un sueldo de 230.000 dólares al año y su conciencia la tiene en un cajón guardada cogiendo polvo. El pasado mes de marzo decidió expropiar a la fuerza una área de un barrio de Bakú, capital de Azerbayan, para demoler las casas sin dar ninguna explicación. Al mismo tiempo esperaba la llegada del Atlético de Madrid para jugar una partido amistoso con un combinado local.
La vuelta de hoja a ésta historia entre Atlético de Madrid y Azarbayán es el anunció que hizo la cadena Cope el pasado domingo: el país colaboraría en la compra de Luis Suárez, delantero del Liverpool. Se estima que el fichaje saldría por 40 millones de euros. Eso sí, el dinero corrupto si viene de lejos, sabe mejor.
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