Cambios en el paraíso

La noche estaba tranquila aunque no paraba de lloviznar. El barco se movía un poco y me empezaba a marear, pero el comandante nos decía que ya quedaba poco para desembarcar. Tenía ganas de llegar a la playa. Las ganas de cambiar la situación de Cuba era nuestra energía.
Este podía ser el comienzo de la biografía de alguno de los compañeros de la expedición liderada por Fidel Castro, que abordo del Granma desembarcaron el 2 de diciembre de 1959 cerca de la playa 'Las Coloradas'. Con este vuelta a Cuba, Fidel intentaba por segunda vez derrocar el gobierno de Fulgencio Batista, que en 1952 había dado un golpe de estado.
La lucha con el ejercito se prolongó durante varios años. El 2 de diciembre de 1959 un jóven Fidel Castro proclamaba en la plaza central de Santiago de Cuba el triunfo de la revolución y la caída del régimen de Batista. El país se rindió ante la palabrería del abogado y a hastío al régimen dictatorial.
Desde ese momento, Cuba comenzaba una carrera llena de obstáculos y alejada del resto del mundo. Castro quería un país libre de la influencia de Estados Unidos, que había sido el gran protector de la dictadura. Al mismo tiempo comenzaba su cruzada contra el imperialismo. Estas ideas junto con su concepción comunista de la economía provocaron la nacionalización de muchas partes del estado, transformando el día a día de cualquier cubano. Un ejemplo de ellos son las cartillas de raciocinio, en las que el gobierno cubano da unos determinados productos a los ciudadanos. Sin embargo, su autarquía económica poco a poco fue desinflando el sistema. En la Cuba actual hay todavía mucho que cambiar.
Con la retirada de Fidel, en su lecho de muerte, su hermano Raúl, se ha erigido como el líder de la revolución y en un presidente con unas formas antagónicas a las de su hermano. Raúl no tiene el tirón ni tampoco su carisma. En el tiempo que lleva en el poder se ha empezado a ver un poco de luz, así desde hace poco tiempo los cubanos pueden comprar lavadoras o tener un móvil.
En estos momentos se están llevando a cabo los actos de celebración del comienzo de la revolución y todavía a Cuba le queda mucho por hacer. Estos actos sirven de metáfora del futuro que le espera al país: Austeridad en sus modos y presencia testimonial de su lider, algo se está moviendo en las entrañas del régimen.