miércoles, 29 de julio de 2009

Juguetes rotos de la carrera presidencial

Hace más o menos un año, el candidato a la casa blanca por el partido republicano, ex combatiente de Vietnam, John Mccain decidió dar aire nuevo a su carrera presidencial y eligió a una desconocida gobernadora, de un recondito estado al norte de Estados Unidos, cómo futura vicepresidenta, Sarah Palin.

Sin embargo, esta historia no termina tan bien como ambos hubieran querido. Una rutilante estrella llamada Barack Obama rompió todas sus ilusiones y se alzó con la presidencia estadounidense, dejando al partido republicano sin un lider claro.

Desde este momento la vida de ambos ha vivido caminos distintos. Mccain volvió a su plaza de Senador por Arizona, que ostenta desde 1987, y se apartó de la 'primera línea de fuego' política para dedicar todo su empeño a la cámara baja.

La aventura presidencial le ha salido más cara a Palin. El domingo pasado dimitió de su cargo como gobernadora de Alaska, ya que se encuentra bajo la lupa de investigación judicial en su contra, con numerosas dudas sobre su coherencia ética y unos niveles de popularidad que caen en picado. Sean Parnell será el encargado de liderar el gobierno local.

Han surgido numerosas teorías sobre el futuro de Sarah. Desde la dirección de un programa de televisión hasta crear su propio partido político para aspirar a las presidenciales de 2012. Lo único que ha comentado la ex gobernadora es que deja el cargo para dedicarse a una vocación "más alta" que la que desempeñana hasta ahora.

La mayoría de los expertos y corresponsales que conocen a Palin apuntan a que con este gesto comienza la carrera presidencial para 2012 dentro del partido republicano. Para ello, Palin se deberá enfrentar a la facción más longeva del partido que le achacan su falta de experiencia y la falta de "tacto" en algunas declaraciones durante la campaña.

Si escoge luchar por la presidencia o lanzarse a un programa de televisión, Palin forma parte de los "juguetes rotos" que una campaña electoral estadounidénse puede dejar en su camino...

miércoles, 8 de julio de 2009

Genocidio en Silencio


Muchas organizaciones humanitarias repiten continuamente una frase, “genocidio en silencio”. No es que tengan un vocabulario pobre, sino que es una manera corta y sencilla de describir una situación que afrontan muchas personas en el mundo. En los últimos días uno de estos problemas ha salido a la luz: las revueltas en la provincia de Xinjiang en China.

Xinjiang es una región autónoma de China con una superficie que es 3,2 veces más pequeña que España y que tiene una población de 20 millones de personas, de las cuales la mayoría son de la etnia uigures, musulmanes y con su propio idioma de origen turco. Además, esta etnia es de piel morena y de ojos claros, más parecidos a un turco que a un chino Han (etnia principal en el país).

Una de las acciones más crueles del partido comunista chino es su intento por “homogeneizar el país”. El gobierno central intenta expandir la cultura Han -con mas privilegios que los demás habitantes- en todo su territorio, para lo que hacen traslados masivos de gentes de la etnia principal, al mismo tiempo que marginan y extorsionan a los habitantes originarios. Este contexto salió a la luz pública gracias al Tibet, donde aplican esta política con virulencia.

A partir de esta situación, muchos uigures se han revelado contra el sistema opresor y han protagonizado altercados contra la policía. Tras estas revueltas, dicen que el gobierno central, se organizaron también manifestaciones lideradas por los Han para quejarse de la situación que les querían imponer los autóctonos.

El régimen acompaña la represión con ambiciosos planes de desarrollo que han mejorado carreteras y hospitales, pero que olvidan tradiciones locales. Por ejemplo se ha demolido el 80% de la Ciudad Antigua de Kashgar dentro de un plan para dispersar a la población uigur.

El nacionalismo independentista ha crecido como la espuma en Xinjiang, donde muchos ya sueñan con la escisión del territorio que se anexionó China al final de la segunda guerra mundial. Sin embargo, la represión del régimen y la política de “mirar para el otro lado” de muchas organizaciones internacionales y potencias mundiales volverán a dejar este conflicto en cómo se encontraba antes, en silencio absoluto.

lunes, 22 de junio de 2009

Para no perderse en el conflicto iraní

Desde las últimas elecciones, los conflictos internos en Irán han protagonizado una gran cantidad de páginas de periódicos y horas de radio. Sin embargo, este país tiene muchas peculiaridades que pasan desapercibidas y que son fundamentales para entender lo que está ocurriendo, especialmente en sus protagonistas.
Una de las características principales de Irán es que compagina democracia con un estado confesional islámico, ya que cuenta con un líder supremo, el ayatolá Alí Jameini, sucesor del líder de la Revolución, el ayatolá Jomeini (murió en 1989), y la máxima autoridad del país. Es la instancia suprema en decisiones políticas y el comandante en jefe de las fuerzas armadas. Además nombra a los jueces del Tribunal Supremo y, según la Constitución, sus decisiones están por encima de la ley.
En un escalafón inferior se encuentra el presidente. Su poder es limitado y es elegido democráticamente, a partir de una lista que el Consejo de Guardianes de la Constitución elabora entre más de cien candidatos. Los proyectos de ley que proponga y los ministros que designe tienen que ser confirmados por este organismo.
A partir de esta información podemos entender mejor las posiciones de cada uno de los actores del teatro iraní:

1. El guía supremo Jomeini: Clérico chiita iraní que encabezó la revolución que derrocó al Sha Reza Pahlevi en 1979 y estableció un régimen islámico. Tras su carrera religiosa, recibió el título de Ayatollah en 1961 y encabezó el Islam chiíta desde 1962. Hostil a las reformas del Sha que afectaban a las propiedades del clero chiíta, fue arrestado y expulsado del país. Desde el exilio en la ciudad iraquí de Najaf llamó al derrocamiento de la monarquía de los Pahlevi a los que acusaba de impíos y de estar al servicio de EE.UU. Con su llegada al poder aprobó el establecimiento de una república islámica dirigida por los mulás (cléricos chiitas) y implantó la sharia (ley islámica sobre las actuaciones de los ciudadanos en la vida corriente). Murió en 1989.

2. Ayatolá Jameini: Sucedió a Jomeini tras su muerte y era uno de sus más cercanos ayudantes. Mediáticamente discreto y mucho menos carismático que su antecesor, Jamenei es en cambio un auténtico animal político: tras el atentado fracasado en 1981, el clérigo interpretó esta acto como una señal "para asumir responsabilidades mayores". En la actualidad ha apoyado a Ahmadineyad por su conservadurismo y su aplicación rigurosa de la sharía. El furibundo antiamericanismo de Jamenei le acerca además a las corrientes fundamentalistas. Defensor del rigor moral en oposición a la «decadencia» de Occidente y temeroso de su «contaminación cultural», el guía supremo considera que «el mundo islámico no necesita recetas erróneas sobre los derechos humanos y el poder del pueblo».

3. Mahmud Ahmadineyad: Antiguo alcalde de Teheran, fue elegido presidente en 2005. Desde entonces, como miembro del partido Desarrollo, ultraconservador, puso fin a todos los intentos aperturistas del país y ordenó el enriquecimiento de uranio en la planta de Natanz. El hermetismo de su gobierno al exterior ha provocado el recelo de muchos países. El gobierno de Bush incluyó a Irán dentro de los países del eje del mal. Todo ello se suponía que le afectaría en su reelección pero, según el Consejo de Guardianes ha ganado los comicios con un 61% de los votos, sin una segunda vuelta, aunque sobre estos resultados sobrevuela la sombra de la duda.

4. Mir Husein Musavi: Uno de los candidatos a las elecciones en Irán y opositor de Ahmadineyad. Sin embargo, su aperturismo es bastante relativo, ya que fue primer ministro en los noventa y ha crecido como político al amparo del régimen. Su concepción sobre el gobierno no difiere en muchos aspectos del actual presidente, aunque no entiende Irán con una ley sharia tan fuerte ni tan hermética al exterior. Musavie se encuentra encerrado en su casa por orden del gobierno y ha declarado en los últimos dias que es necesaria una revolución islámica como la que protagonizó Jomeini. Así, ha querido apoyar al gran ayatolá Hussein Ali Montazeri, que fue delfín del fundador de la república, que cayó en desgracia por adoptar posturas de creciente disidencia -peticiones de democratización del régimen y de respeto a los derechos humanos-, lo que le llevó a estar varios años en arresto domiciliario. (En la foto sale con su esposa, que ha sido parte fundamental de su campaña por sus concepciones más liberales).

Todavía queda mucha tinta que usar sobre este conflicto que tiene visos de ser catastrófico y que puede provocar que Irán se una a la lista de países nucleares inestables, donde este armamento puede estar en peligro...

jueves, 11 de junio de 2009

Al amparo de sus vecinos...

Ser un criminal de guerra con el apoyo de la población te permite hacer cosas como esta. Desde 2002 Ratka Mladic, uno de los genocidas más importantes de la guerra en los balcanes, vive amparado por los servicios secretos serbios.
Estas son las últimas imágenes que se han publicado sobre él en diferentes celebraciones familiares: (Para los que no lo identifiquen es el hombre canoso, con el pelo corto y con sobrepeso)

http://www.youtube.com/watch?v=zFRyExaIg2g

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