Con los pies en movimiento

No son hormigas ni tampoco personas, son los movimientos sísmicos producidos por los choques de las placas tectónicas entre 1963 y 1998. En esta simple fotografía podemos ver como Europa prácticamente se torna negro por los numerosos pequeños terremotos que ni si quieran son perceptibles.
Otra de las curiosidades que muestra la foto es la gran cantidad de choques tectónicos en Asia, especialmente en la zona de Filipinas, Indonesia, etc; donde se produjeron grandes desastres.
Creemos que estamos seguros, pero con ejemplos como este se demuestra ,y con lo acontecido en Italia, que el apoyo a la rama de la geología que estudia este fenómeno debe ser capital para los gobiernos mundiales.

Posguerra con etiqueta verde

1991. 600 pozos petrolíferos fueron quemados en Kuwait por las tropas de Irak en su retirada desesperada ante el ataque estadounidense. Los incendios acabaron con la vegetación y generaron un lluvia radiactiva de hollín y petróleo que afectó a 1.000 kilómetro cuadrados de territorio.
Acciones como ésta forman parte del juego sucio de la guerra. En el momento de la 'posguerra' la agenda de los países 'vencedores' está repleta de buenas intenciones en modo de ayuda a la población o la reconstrucción de las infraestructuras destruidas. Sin embargo, hay aspectos que se quedan en el aire. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), integrar el medio ambiente y los recursos en las tareas de construcción de la paz ya no es una opción sino “un imperativo de seguridad”.
Por parte del PNUMA han surgido distintos proyectos en numerosos conflictos para que las consecuencias ambientales sean parte del desarrollo de la población. Es comprensible que para el desarrollo de la zona se mejoren las condiciones ambientales para que las mejoras sean completas.
Por ejemplo, en el Líbano, cuando Israel lanzó una operación militar contra Hezbolá en el verano de 2006. Tras los bombardeos, muchas armas sin explotar quedaron esparcidas por el sur del país, resultado del uso masivo de bombas de racimo. Actualmente se continúa desactivando estos explosivos, que ponen en peligro la vida de los civiles, impiden el acceso a tierras de cultivo y, por todo ello, frenan la recuperación socioeconómica.
No obstante, esta nueva corriente dentro de la resolución de conflictos tiene todavía mucho camino por recorrer ya que por hastío o por falta de interés otros aspectos como el humanitario o el de reconstrucción están en muchos lugares en pañales.

¿Cómo ven los chinos el mundo?

¿Cómo ve China el mundo? Con este simple dibujo, la revista The Economist define con gran acierto cómo el gigante asiático entiende la geopolítica mundial.
Una de las características principales es que su visión del mundo comienza en el océano pacífico, olvidando su frontera con Rusia.
Además, su visión europea es bastante clara: ideas para copiar productos.
Latinoamérica es un lugar donde encontrar materias primas, mientras que el resto del continente americano lo copan el capitalismo y la venta de viviendas.
A lo lejos ves Europa y África cada vez más pequeñas y sin importancia...

Lieberman, un paso atrás para Israel

Avigdor Lieberman, Avigdor Lieberman... Este nombre resuena en la cabeza de los candidatos a forma gobierno en Israel: Benjamín Netanyahu, líder de Likud y Tipi Livni, dirigente de Kadima. Tras los ajustados resultados de las últimas elecciones, los partidos minoritarios han aumentado su presencia en la partida de ajedrez que juegan los candidatos para crear su administración.
Poco a poco, Netanyahu se ha postulado como la principal opción, gracias a acuerdos con partidos como Israel Beiteinu ("Israel es nuestro hogar”), liderado por Lieberman. Pero ¿quién es este personaje?
Hace treinta años, un joven Lieberman llegó a Israel procedente de la URSS, de donde llegaron multitud de judíos (El ruso es uno de los idiomas hablados en el país). Estudió Relaciones Internacionales y poco a poco fue formando su preocupación política y su animadversión contra los árabes. “La ocupación de Gaza es innecesaria, nuestros soldados lo están haciendo bien, pero debemos estudiar otras alternativas más eficaces”, comentó el político de origen ruso en referencia al posible uso de bombas nucleares en Palestina.
Las ideas radicales de Lieberman le hicieron salir de la jefatura del gabinete de Netanyahu cuando éste ocupó este cargo por primera vez. Tras este varapalo decidió crear su propio partido, que ha encontrado su electorado entre los ciudadanos israelíes más extremistas y contrarios a los árabes. Así, durante un discurso en la última campaña electoral llegó a tildar a los árabes residentes en Israel como personas "antipatriotas" que no quieren a la nación por seguir con sus convicciones.
Mientras que promulgaba estas ideas, sus guardaespaldas no le quitaban ojo de encima. Entre ellos, Lieberman cuenta con varios árabes, que seguramente no coinciden con las ideas de su jefe, pero demuestran seriedad en su trabajo.
Hace pocos días Netanyahu llegó a un acuerdo con Lieberman para que éste apoye al candidato del Likud. A cambio, el político de extrema derecha será el nuevo Ministro de Turismo, Infraestructura, Absorción de Inmigrantes y Seguridad Pública.
Con políticos como Lieberman en un bando y extremistas de Hamas en el otro, los ciudadanos palestinos tienen un futuro incierto, que no interesa a muchos de los políticos, más interesados en sus odios hacia el bando contrario que en parar la sangría de muertes a ambos lados de la frontera.